Argumento:
Años después de su divorcio, el veterano novelista Bill Borgens (Greg Kinnear) sigue obsesionado con Erica (Jennifer Connelly), la mujer que lo abandonó por otro hombre. A pesar de los esfuerzos de su vecina Tricia (Kristen Bell), él sólo tiene ojos para Erica. Cuando Bill descubre que su hija Samantha (Lily Collins) acaba de publicar su primera novela, se da cuenta de que él hace tiempo que no escribe. Al mismo tiempo, su hijo Rusty (Nat Wolff) intenta también encontrar su camino como escritor de ficción.
Un día me topé con este título y al ver a Lily Collins me llamó más la atención. El argumento me pareció bastante original y el trailer me terminó de convencer.
Collins no es para nada como Clary, pero es un personaje poderoso. Samantha es una mujer fuerte, libre e independiente aunque está bastante desengañada, y por dentro está emocionalmente destrozada. Aparenta que todo le va bien y más ahora que le van a publicar su novela. El padre lleva su divorcio como mejor puede, bueno no, no lo lleva, por lo que nos sacará varias carcajadas. Su hermano Rusty sufre en silencio por el amor de su vida, le escribe poemas y será capaz de cambiar de la noche a la mañana sólo por estar con ella. El tema de la madre es caso a parte, se ha vuelto a casar y ahí reside el principal problema de la familia Borgens.
El final probablemente te sorprenda porque da un giro a los acontecimientos ciertamente inesperado, no demasiado previsible pero aceptable.
Me parece una buena película, nada puritana para tratarse de una producción americana, y mucho mejor que otras muchas películas de mayor presupuesto e inversión publicitaria.
Guión y producción, Josh Boone.
¿Y vosotrxs?¿La habéis visto?
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